lunes, 23 de noviembre de 2015

           FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA.

La filosofía de la educación es la actitud característica hacia la educación y sus problemas, con referencias especiales a los objetivos y fines que deben alcanzarse y los métodos por los cuales deben ser alcanzados. Requiere un concepto claro de origen, naturaleza y destino del hombre.


La forma en que se construye y opera el programa escolar se determina por una filosofía de la educación. Los tipos de escuelas que deben conducirse, su localización y tipo de maestros, el curriculo y libro de texto, las  actividades espirituales, el programa industrial, la vida social y recreativa, el programa diario, el aspecto financiero, así como la conducción de la biblioteca son determinados por el concepto de filosofía institucional.


La filosofía adventista de la educación es Cristocéntrica. Los adventista del Séptimo día creen que, bajo la dirección del Espiritu Santo, el carácter y los propósitos de Dios pueden entenderse tal como están revelados en la naturaleza, la Biblia y los escritos de Elena G. de White- destacan el propósito redentor de la verdadera educación: restaurar a los seres humanos a la imagen de su Hacedor.

Los adventista del Séptimo día creen que Dios es infinitamente amante, sabio y poderoso.
Creen, además que los motivos, los pensamientos y la conducta de la humanidad se han alejado del ideal de Dios. La educación en su sentido más amplio, es un medio para que los seres humanos restablezcan  su relación original  con Dios.

Actuando de manera unificada, el hogar, la escuela y la iglesia, cooperan con los agentes divinos a fin de que los estudiantes se preparen para ser ciudadanos responsables en este mundo y lleguen a ser ciudadanos del mundo venidero.

La educación Adventista imparte mucho más que un conocimiento académico. Promueve el desarrollo equilibrado de todo el ser-espiritual, intelectual, física y socialmente. Se extiende en el tiempo hasta abarcar la eternidad. Fomenta una vida de fe en Dios y de respeto por la dignidad de cada ser humano; procura la formación de un carácter semejante al del creador; estimula el desarrollo de pensadores independientes en vez de  meros reflectores del pensamiento de los demás; promueve una actitud de servicio al prójimo motivado por el amor, en lugar de la ambición egoista; fomenta el desarrollo máximo del potencial cada individuo e inspira a valorar todo lo verdadero, bueno y bello.

La Educación adventista prepara a los estudiantes para una vida útil y feliz, promoviendo la amistad con Dios, el desarrollo integral de la persona humana, los valores biblicos y el servicio generoso a los demás en armonía con la misión mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

FACTORES ESENCIALES DE LA EDUCACIÓN ADVENTISTA.

El estudiante: Cada estudiante puesto que es una criatura de Dios, constituye el centro de atención de todo esfuerzo educativo, y por consiguiente debe sentirse aceptado y amado. El Propósito de la Educación Adventista es ayudar a  los estudiantes a  alcanzar su máximo potencial y a cumplir los propósitos que Dios tiene para su vida. Los logros obtenidos por los estudiantes constituyen un criterio importante para evaluar la efectividad de la institución en que  se formaron.

El conocimiento: Los adventista sostienen que el campo total del conocimiento abarca más que el ámbito intelectual o científico. El verdadero conocimiento incluye dimensiones cognitivas, experimentales, emocionales, relacionales, instuitivas y espirituales. La adquisición del conocimiento verdadero conduce a una compresión cabal que se manifiesta en decisiones sabias y en una conducta apropiada.

El Curriculo. Promoverá la excelencia académica e incluirá las materias básicas que el estudiante necesitará para desempeñarse como ciudadanos responsable dentro de  la cultura y tambien los cursos  de formación espiritual que lo guiarán en la vida cristiana y contribuirán a elevar el nivel social de la comunidad.

Un curriculo equilibrado fomentará el desarrollo integral de la vida espiritual, intelectual, física, social, emocional y vocacional. Todas las áreas de estudio serán examinadas desde la perspectiva de la cosmovisión bíblica, dentro del contexto del tema del gran conflicto  entre el bien y el mal, promoviendo la integración de la fe con el aprendizaje.

La instrucción: La instrucción toma en cuenta todas las dimensiones del conocimiento verdadero. La metodología de instrucción favorecerá la participación activa del alumno para darle la oportunidad de poner en práctica lo que aprendió.

La disciplina: La disciplina se basa en el objetivo de restaurar la imagen de Dios en cada estudiante y reconoce el libre albeldrío individual y la influencia del Epiritu Santo.La disciplina, que no puede ser confundida con castigo-procura el desarrollo del autocontrol.

La vida estudiantil: El ambiente de aprendizaje combinará equilibradamente la adoración a Dios, el estudio, el trabajo y la recreación. Existiendo un  ambiente alegre, un espiritu de colaboración y respeto por la diversidad de individuos y culturas.

La evaluación: La evaluación tiene un propósito constructivo y siempre procura alcanzar el elevado ideal divino de la excelencia

LA EDUCACIÓN ADVENTISTA EN LA UNIVERSIDAD.


Las instituciones adventistas de nivel superior ofrecen a los estudiantes un ambiente apropiado para el estudio en el campo de las artes, las humnidades, la religión, las ciencias y los estudios profesionales, en el contexto de la filosofía adventista de la educación y de la formación espiritual.

La educación superior adventista da preferencia a las carreras que directamente apoyan la misión de la iglesia. Reconoce la importancia de la búsqueda de la verdad en todas sus dimensiones, en la medida en que ella afecta el desarrollo total del individuo en su relación con Dios y con sus semejantes.

Utiliza recursos tales como la revelación, la razón, la reflexión y la investigación para descubrir la verdad y comprender sus implicaciones para la vida tanto en este mundo como en la tierra nueva, al mismo tiempo que reconoce las limitaciones inherentes a toda labor humana.

Conduce a los estudiantes a forjarse vida íntegras basada en principios compatibles con los valores religiosos, éticos, sociales y de servicio característicos de la cosmovisión adventista.

Fomenta especialmente en los estudios de posgrado, la evaluación crítica, el descubrimiento y la diseminación del conocimiento, mientras promueve la adquisición de la sabiduría en la compañía de educadores cristianos.





Tomado  de:

Manual del Docente Universitario.
Univesidad Adventista Dominicana.
Segunda versión.2010.

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